lunes, 26 de noviembre de 2012

Atención presente

¿Qué es la atención?

Casi diría que todo lo que tenemos, todo lo que experimentamos... Quizá no todo, pero casi.

"Todas las cosas, los pensamientos, los fenómenos, que encontramos -lo que pasa en nuestra consciencia, de lo que nos damos cuenta- son atención que tiene la forma de aquello con lo que nos encontramos."

Georg Kühlewind

Profundizar en esto, meditarlo, es toda una experiencia. Una experiencia interior y reveladora. Puede cambiar muchas cosas en uno. Para empezar, conduce directamente al presente. Estar presente, ser una presencia. El presente no es un instante de tiempo, eso es una falacia intelectual. La experiencia dice lo contrario: el presente, vivenciado, revela lo que es: el absoluto, la eternidad, la realidad. Y refleja otra cosa: casi nunca estamos presentes.

Todo lo que está en nuestra consciencia es atención, si la atención se tiene por objeto a sí misma (si prestamos atención a la propia atención) obtendremos el presente.

¿Qué es atención? Podemos captar un soplo de su esencia con la bendita etimología.

¿Una experiencia mística, el presente? Absurdo prejuicio: es la experiencia más maravillosamente mundana que existe.


jueves, 8 de noviembre de 2012

Lluvia, lectura y música

Como tengo esto un poco parado (que no abandonado), hoy haré una entrada improvisada. De ésas de sentarse y escribir según ebulla la mente a su manera, de forma rápida y poco reflexiva.

Hoy es un día de lluvia en Madrid, el otoño está penetrando ahora ya, del todo, en todos los rincones. Eso se nota: comienza el tiempo de recogimiento. Musicalmente, este año elijo una canción como representación de todo esto: Dressed In Black, de Ulver. Introspectiva, como es el otoño. Oscura, como es en concreto este otoño (por la situación social actual); pero de una belleza y calidad incontestables, como es el mundo entero y la vida, a pesar de su oscuridad. Además, es tremendamente original, única, moderna, extraña; y a la vez ningún sonido de la canción es del todo nuevo. Como este otoño: único y a la vez parte de los innumerables otoños en ciclo que el mundo ha visto. Quería hacer una entrada en el blog acerca de Ulver, pues merecen la pena. De momento, me conformo con haber hecho algún comentario de este tema suyo.

Por otra parte, el otoño (y días como hoy) llaman especialmente a la lectura. Siempre se habla de cuánto se lee en verano, pero hay que matizarlo: en verano hay más tiempo libre, generalmente. Hay vacaciones (de trabajo o de estudios), y las actividades "extraescolares" como cursos, talleres, etc suelen hacer un parón en esos meses. Hay más tiempo, se lee más. Pero el clima llama a una lectura más suave, más superficial y quizá más de entretenimiento. En otoño e invierno, las lecturas son de otra índole, y nuestro estado en general y nuestro estado cuando leemos en particular es bien diferente: podemos decir que en verano nadamos y surfeamos en los libros, pero cuando de verdad nos sumergimos en la lectura, cuando buceamos en los libros y en los conocimientos que éstos guardan es en estos días fríos. Mi otoño está marcado por una maravilla editada por mi gran descubrimiento editorial (Atalanta, merece la pena recorrerse su web, plagada de exquisiteces). La obra en cuestión es Origen y Presente, de Jean Gebser. Llevo algo más de cien páginas, de las casi mil que tiene; así que no puedo sacar una conclusión completa, pero estoy disfrutando muchísimo de la lucidez, claridad, profundidad, erudición, complejidad y atrevimiento del autor. Maravilloso.

Una constatación final, al margen: Madrid se está poblando de librerías-cafeterías. Había ya algunas, pero ahora se estan poniendo de moda. Lugares agradables, generalmente tranquilos y auténticas pruebas de tentación para los bibliófilos. Ya era hora.

Días grises. Feliz otoño para todos, feliz grisedad.


lunes, 15 de octubre de 2012

Entrevista a Juan Gutiérrez, sobre el 15M

Anoche, casi por casualidad, lei una entrevista a Juan Gutiérrez. Con sinceridad: no sé quién es, más allá de lo que se dice en la entrevista, y estoy suficientemente ocupado como para indagar en su figura... Bueno, nada que no me ocurra habitualmente, navegando por esta red tan inmensa.

Sin embargo, me maravilló tanto su concepción y su visión del movimiento 15M (y, en general, de todo aquello relacionado con el cambio social y político que queremos [dado que un cambio va a haber, en todo caso]), vi esa concepción suya tan cercana a la mía, que aunque lei la entrevista y me metí en la cama (era ya tarde), no quiero dejar pasar la ocasión de compartirla. Tan simple como lúcida.

Puedes leerla aquí.


lunes, 8 de octubre de 2012

Hay otros mundos, pero están en éste.

Es asombroso hasta qué punto buscamos irracionalmente (o subconscientemente) la seguridad, sobre todo sorprende cuando uno comprende que ese anhelo es imposible de satisfacer, y que la vida es un proceso y no un conjunto de fases estáticas (y "seguras"). Una de las formas de pretender lograr esa seguridad es mediante la capacidad de formarnos una idea del mundo más o menos acabada y completa.

Pero sólo con estar atentos, con ganar en lucidez, atención y consciencia resulta obvio que una imagen del mundo adecuada a uno mismo debe ser, en sí misa, un proceso: cambiante y fluida sin pausa.

Por ejemplo, uno puede tener en mente una imagen más o menos cerrada del mundo adecuada a los conceptos que hoy rigen la sociedad occidental, como método científico, mecanicismo, materialismo, el concepto de "científicamente demostrado", etc. En mi opinión, todo esto es ya caduco y forma parte del paradigma del pasado, pero persiste fuertemente hoy. A veces basta con preguntarse qué comprensión del mundo tienen o tenían personajes admirados precisamente por sus cualidades en materia de  dicha comprensión del mundo, para darse cuenta de que es muy posible que se nos escapen muchas cosas, y que ciertamente hay otros mundos, pero están en éste.

Leyendo una biografía de Rudolf Steiner, escrita por Gary Lachman, y que estoy disfrutando como un enano, se encuentra uno con reflexiones del tipo: "¿qué comprensión tenía Goethe del mundo?" Goethe, nada menos:

jueves, 27 de septiembre de 2012

25-S

Cuando uno levanta la vista de su plato de lentejas se encuentra con una visión más amplia. Cuando uno levanta más la vista, la visión crece más.

Podemos imaginar cómo podía ser vivir en la Edad Media, en una dictadura militar (los que no vivimos en una), en la época del Imperio Romano, en el antiguo Egipto... o más allá. Al hacerlo es fácil percibir los avances que han acaecido en la humanidad. Al menos en las sociedades tecnológicamente avanzadas, la suerte que tenemos.

Cuanto más levantamos la vista, más calmo es todo: el silencio del Universo, el pequeño planeta que nos acoge flotando en él. La gran calma que no entiende de nuestras pequeñeces, del pelo que hay en mi sopa. La paz interior (que es la única paz que existe, por cierto) ante una puesta de Sol, en la visión de una montaña, en la lectura de ciertos poemas. En la contemplación en sí misma, en la vida por el hecho de existir, incluso en la existencia misma por el hecho de existir. Cuando estamos conectados con nosotros mismos, de forma sincera y profunda, todo esto se revela. Es un hecho que la experiencia muestra.

Nuestro ego no es simplemente ese presuntuoso personajillo siempre hambriento y exigente. Si así fuera, la mayoría de las personas lo tendrían controlado, como de hecho se tiende a pensar. Nuestro ego es mucho más complejo, tiene muchas caras. Algunas de ellas, por ejemplo, nos muestran que es imprescindible en nuestra vida, y nos hacen estarle agradecidos porque exista. Otras nos enseñan que también es, en parte, un personaje perfectamente bondadoso, pero que no suele levantar la vista de su plato de lentejas, aún cuando él piense que sí.

jueves, 20 de septiembre de 2012

Arquitectura, música, arte, belleza.

Hay días en que apenas puede uno levantar la mirada de los propios pies, días en que los obstáculos cotidianos parecen insalvables, días en que la realidad social, las penas e injusticias del mundo en que vivimos gritan dentro de uno más fuerte que cualquier otra cosa. Hay días en que la perspectiva del resto de nuestras vidas es sombría, y apenas hay rastro de que un rayo de luz vaya a atravesar el cielo encapotado que cubre el ánimo.

Pero incluso en esos días, son innumerables los caminos que pueden abrirse en cualquier instante, en cualquier grieta entre dos nubes negras.

"Cada instante es una puerta por la que el Mesías puede entrar". Walter Benjamin

He aquí uno de esos caminos, o más bien una insinuación de uno de esos caminos; algo que insufla un aroma que le hace a uno confortarse en esos días sombríos y, si bien no dispersa las nubes, al menos asegura que pueden ser fácilmente disueltas. Y que lo serán. Insinuemos un camino, pues:

"La arquitectura es música congelada." Friedrich von Schelling

"Al oír la música de Bach tengo la sensación de que la eterna armonía habla consigo misma, como debe haber sucedido en el seno de Dios poco antes de la creación del mundo." Johann Wolfgang Goethe


La belleza y profundidad del Arte se le pueden a uno revelar en cualquier momento, todos hemos tenido visos de ello. Cine, pintura, escultura, poesía, teatro... Y cuando uno llega a ese estado, ¿qué son ante esa grandiosidad las pequeñas tribulaciones puntuales, diarias; qué puede una pena efímera ante la eterna majestuosidad de los colosales templos egipcios?

Y éste es sólo un camino, de los innumerables que hay...


martes, 18 de septiembre de 2012

Terrenal. Espiritual.

En nuestra época (presuntuosa donde las haya) suele atribuirse a la ignorancia de los pueblos antiguos su fijación por el culto, por los ritos y en general por lo que está más allá de lo material y obvio. Así, suele achacarse al miedo a lo desconocido la importancia dada a los ritos de defunción. Cuanto más leo, más en desacuerdo estoy. No puedo evitar creer detectar algo más en ello.

Hoy, por ejemplo. Cita de 'La Arquitectura', de G. W. F. Hegel:

" Del mismo modo que la agricultura ha transformado la vida nómada en un género de vida estable y sedentario, las tumbas, los enterramientos y el culto de los muertos han contribuido a reunir a los hombres y han llegado a ser, incluso para los que sin propiedades, no llevaban una vida estable, lugares de reunión, lugares sagrados que eran defendidos y que por nada del mundo se dejarían arrebatar. Así, por ejemplo, según Herodoto (II, c. 126- 127), Darío, viendo a los escitas evitar el combate, envió un mensajero ante su rey para que le dijera que, si se creía suficientemente fuerte para resistir, no tenía más que aprestarse para el combate; si no, le bastaba con reconocer a Darío como soberano; a lo cual habría respondido Idantirso que los escitas, al no poseer ciudades ni campos, nada tenían que defender y que Darío, en consecuencia, nada tenía que destruir; pero que si Darío estaba totalmente decidido a presentar batalla, bastaba con que la emprendiera contra las tumbas de sus padres: entonces vería si los escitas sabían batirse para defenderlas. "

viernes, 14 de septiembre de 2012

¡Gracias!

Una preciosa primavera me ha regalado algunas cosas. Aquí, dos de ellas: una felicitación y un poema dedicado.

Con qué poco se le llena a uno el alma a rebosar.

Mil gracias.

Abiertas las puertas del Templo.


Hoy es mi cumpleaños. Ayer, sin tener este dato en mente, decidí ser más prolífico en el blog. Decidí que para ello es mejor trenzarlo más con mi vida diaria, y no sólo con reflexiones esporádicas; algo que me cuesta. Por tanto, tengo intención de escribir mucho más, casi a diario o por lo menos semanalmente, tiñendo más el blog de mis vivencias del día a día.

Para mí esto significa abrir, tímidamente, las puertas del Templo. Digamos, del templo exterior.

Seguramente escriba por las mañanas desde el trabajo, en uno de esos momentos de tranquilidad que a veces se hallan. Esto significa que las entradas estarán algo tintadas por lo que leo en el metro (de Madrid) viniendo a trabajar, ya que lo que allí leo resuena en mí durante toda la mañana y su eco sólo se apaga cuando el sonido de mi estómado gruñendo por comida lo tapa a mediodía.

Así que lo de hoy está escrito sobre un fondo del color del libro 'La Arquitectura' de Hegel (parece que el libro forma parte de otra obra más amplia, seguramente sobre el Arte, pero la publicación de la editorial Kairós no dice nada al respecto). Allí describe Hegel la arquitectura de las grandes construcciones egipcias. Y un ignorante como yo en tales cuestiones no puede por menos que asombrarse ante las descomunales estructuras que describe, citando frecuentemente a Herodoto. Templos inmensos, de tres mil estancias, de proporciones difíciles de asimilar si no se ven... y yo no las he visto.

Uno se imagina paseando por allí en silencio, por ejemplo en un atardecer, y todo lo que se me viene es una sensación de humildad, de veneración ante figuras gigantes, ante dioses viejos y terribles. Algo repetido hasta la saciedad en la literatura (se me ocurren ahora mismo nombres como Lovecraft o el Barón de Maupassant), pero muy intenso cuando se redescubre en las propias carnes. A uno le da por ensoñar e imaginar y preguntarse, ¿qué veían esos viejos sacerdotes egipcios, qué veían esos antiguos faraones-dios? ¿Qué terribles e inmensas visiones poblaban sus sueños, tales que les llevaban a levantar esas monstruosidades?

Qué humilde se sentiría uno paseando entre esos grandes templos... Normal que, en su núcleo, donde sólo entraba el Gran Sacerdote, se escondieran los Misterios; tendría que ser muy osado aquél que, tras pasar entre esas piedras gigantes y llegar al límite del núcleo, aún se atreviese a ir más allá... Para él no estaban abiertas las puertas del Templo.


Como banda sonora para ese silencioso paseo mientras cae la noche se me viene a la mente algo oscuro, misterioso, fascinante y, sobre todo, difícil de definir y profundo. Por ejemplo, alguna pieza de Eleh (con cascos o en silencio, y bien alto, por favor):



lunes, 20 de agosto de 2012

La joya de la diversidad

Del libro Antimanual de Filosofía, de Michel Onfray, se extraen auténticas joyas en forma de citas de otros filósofos de la historia. Todo evento es potencial fuente de provecho, más allá de su apariencia inmediata. Forzando un poco la anterior afirmación, pues un libro no es un evento único, el libro de Onfray citado, que es en sí bastante mediocre, a mi parecer, es fuente de muy interesantes reflexiones.

No pretendo escribir una crítica sobre el libro, sino introducir mi propuesta de ir incluyendo algunas de las citas de ahí aparecen, y que irán goteando por aquí de cuando en cuando.

Empezamos con una de Montaigne.

"Que nada bárbaro o salvaje hay en aquella nación, según lo que me han contado, sino que cada cual considera bárbaro lo que no pertenece a sus costumbres. Ciertamente parece que no tenemos más punto de vista sobre la verdad y la razón que el modelo y la idea de las opiniones y usos del país en el que estamos. Allí está siempre la religión perfecta, el gobierno perfecto, la práctica perfecta y acabada de todo. Tan salvajes son como los frutos a los que llamamos salvajes por haberlos producido la naturaleza por sí misma y en su normal evolución: cuanto en verdad, mejor haríamos en llamar salvajes a los que hemos alterado con nuestras artes, desviándolos del orden común.

Tres de ellos, ignorantes de lo que costará algún día a su tranquilidad y ventura, el conocer las corrupciones de acá, y de que de este trato les vendrá la ruina, la cual supongo se habrá iniciado ya, bien míseros por haberse dejado engañar por el deseo de la novedad y haber abandonado la dulzura de su cielo para venir a ver el nuestro, fueron a Ruán, en la época en que nuestro difunto rey Carlos IX allí estaba. El rey hablóles largo tiempo; y se les mostró nuestra manera de ser, nuestra pompa, la forma de una hermosa ciudad. Tras esto, alguien pidió su opinión, queriendo saber qué les había parecido más admirable; respondieron tres cosas, de las cuales he olvidado la tercera, lo que lamento profundamente; mas aún conservo dos en la memoria. Dijeron que, en primer lugar, hallaban muy extraño que tantos hombres grandes y fuertes, barbados y armados, como rodeaban al rey (parece ser que hablaban de su guardia suiza) se sometieran y obedecieran a un niño, en lugar de elegir mejor a alguno de ellos para mandar; en segundo (tienen una manera de hablar tal que llaman a los hombres mitad unos de otros), que habían observado que había entre nosotros, hombres ricos y colmados de toda suerte de comodidades mientras sus mitades mendigaban a sus puertas, descarnados de hambre y pobreza; y que hallaban extraño que esas mitades menesterosas pudieran sufrir tal injusticia sin acogotar a los otros y sin pegar fuego a sus casas.

Hablé largo tiempo con uno de ellos; mas tenía un intérprete que me seguía tan mal y era tan necio e inepto para entender mis ideas que no pude disfrutar con él. Cuando le pregunté qué ventaja obtenía con la superioridad de la que gozaba sobre los suyos (pues era un capitán y nuestros marineros llamábanle rey), díjome que era el primero en marchar a la guerra; a la pregunta de cuántos hombres lo seguían, mostróme una extensión de tierra, para significar que eran tantos como podían caber en tal espacio, pudiendo ser unos cuatro mil o cinco mil hombres; a la de si fuera de la guerra expiraba toda su autoridad, contestó que le quedaba el hecho de que cuando visitaba los pueblos que de él dependían, abríanle senderos a través de la vegetación de sus bosques por donde pudiera pasar cómodamente. No está mal todo esto: mas ¡qué decís! ¡No llevan calzas!"

Michel de Montaigne (1533- 1592).


¿Será esto a lo que llaman tolerancia, y se oye a todas horas y no se ve por ninguna parte?


Humildad y sentido común, para entender y respetar la diversidad. Nada menos.

martes, 17 de julio de 2012

Siéntete libre de comprender

Siéntete libre de comprenderlo todo.

Barreras, límites infranqueables; son mezquindad, y por tanto son velos. Igual de opacos e igual de frágiles.

Porque mi pecho es grande, y cuando inspiro se hincha y sonrío y el Universo cabe dentro de él, dentro de mi pecho.

Y a veces siento frío y soledad y oscuridad. Pero es porque a veces me olvido de que estoy en mi pecho, dentro de él, porque cuando lo veo todo a oscuras es porque quepo dentro de mi pecho y estoy allí. Si alzo la mirada, entonces veo que es el Universo el que está dentro de mi pecho; y es inmenso y dentro tiene al Sol: mi propio corazón y nada más que él.

Así es mi pecho, así es el Universo. El Universo cabe en mi pecho, y lo puedo comprender.

¿Ego? No, porque cuando estoy frente a ti, cuando te miro y cuando te escucho, entonces yo no estoy. Y el Universo es entonces tu pecho. Y lo veo, y sonrío cuando inspiras, y yo quepo y vivo dentro de tu pecho.

Y podemos correr juntos, atravesando la distancia insondable de ese gran espacio, con la salvaje alegría del vigor y de la voluntad. Y nos podemos calentar en tu corazón Sol cuando tengamos frío. La pena es que a veces no lo encontramos. La pena es que a veces no lo sabemos.

¿Por qué? Porque no puedes meter a un pájaro en una jaula y pretender que siga siendo un pájaro de verdad. No busques una jaula. Y si de tu pecho has hecho tu jaula y de tus costillas sus barrotes, entonces recuerda que tu pecho es inmenso, y cuando inspiras contiene al Universo entero.

Tú eres así. Y yo. Y cada Ser Humano.

viernes, 29 de junio de 2012

Una perla en la mañana

Hoy, último viernes de junio, salgo del metro para ir a trabajar, a eso de las 8:30. En una carretera de dos carriles de sentido único, cruza una chica un paso de peatones con su semáforo en rojo. Venían, en paralelo, un autobús y un taxi. La chica iba despistada y la han tenido que pitar para que acelerara y no hacerles dar un frenazo brusco a ambos vehículos (o para evitar algo peor).

Sigo caminando por la acera (yo no iba a cruzar), y una pareja de chico y chica, de unos veinte años cada uno, a mi lado:

Ella: "Mira, se pitan un taxista y un autobusero, se han picado".
Él: "¿Y quién crees tú que es peor, el taxista o el autobusero?"
Ella, le mira: "Lo peor es que discutan".

Más simple, imposible. Y ni siquiera han visto lo que ha ocurrido, la chica cruzando como causa del ruido. Pero da igual, he ido todo el camino al trabajo sonriendo.

miércoles, 27 de junio de 2012

La fruta y su corazón

Me encanta cuando conectamos, y caen tus fachadas, tu fortaleza a veces rígida, y veo tu ternura, tus miedos, tu alma desnuda.

Me encanta cuando, con la boca, me como la carne de la fruta, y en un momento dado sale a la luz su corazón con sus semillas: más tierno, más jugoso, más sabroso, más frágil, más verdadero; portador de la esencia de la fruta entera, de una forma más visible que la esencia escondida en la carne de la fruta.

En el corazón de la fruta uno está más cerca de la idea platónica de esa fruta. Y es maravillosa, plena, bella, verdadera. Y lo mismo en ti.

lunes, 18 de junio de 2012

¿Ninguno de ustedes sabe leer?

De la biografía de Jiddu Krishnamurti escrita por su amiga Pupul Jayakar, la siguiente anécdota, que por cierto da lugar por sí sola a bastantes reflexiones y consideraciones, así que cada uno que obtenga las suyas:

---
Tanto a Aldous Huxley como a su primera esposa María les gustaba ir de picnic, igual que a Krishnamurti. Cuando a finales de los 30, Anita Loos, escritora en Los Ángeles, relató un incidente que, como ella lo decía, "podía haber sucedido en Alicia en el País de las Maravillas". En uno de los picnic, los invitados eran Huxley, Krishnamurti, Greta Garbo, que vestía unos pantalones gastados y un sombrero abollado, Charlie Chaplin y su hermosa esposa Paulette Goddard vestida con un conjunto mexicano popular, Bertrand Russell [a quien Anita Loos describía como "un duendecillo de juerga"], y el escritor Christopher Isherwood.


Como no encontraban un lugar adecuado para el picnic, decidieron bajar al polvoriento lecho del río Los Ángeles. Mientras preparaban sus comidas especiales: Greta Garbo llevaba un manojo de vegetales crudos; Goddard, su botella de champán y su caviar; Krishnamurti su arroz; de pronto apareció un policía corpulento y les preguntó: "¿Qué diablos están haciendo aquí?".

Interrumpieron todos sus preparativos, "asombrados y silenciosos", mientras llegaba el sheriff con una pistola. "¿Nadie de esta pandilla sabe leer?", preguntó a Aldous Huxley señalando el letrero que decía: "Prohibido el paso". Huxley le pidió disculpas al sheriff, prometiendo limpiar el lugar y dejar limpio el lecho del río igual que lo habían encontrado. El sheriff, muy enojado, le dijo a Huxley: "¡Andando, y eso significa ahora!". Huxley, pensando que podía calmar al sheriff mencionando algunas de las celebridades, señaló a Charlie Chaplin y a Greta Garbo. "¡No me salgan con eso!", gruñó el sheriff. "He visto a estas estrellas en las películas y ninguno de ellos pertenece a esa élite. ¡Fuera de aquí, vagos, o arrestaré a todo el grupo!". Según cuenta Anita Loos: "Guardamos nuestras tiendas como árabes y rápidamente nos escabullimos...".
---

La autora cita una obra de Anita Loos como referencia: Kiss Hollywood Goodbye.

El destacado en negrita, y evidentemente los enlaces, son míos. Tremendo.

Ha sonado el despertador

Suena el despertador. Abres un ojo, lleno de sueño, y lo apagas. Te reclinas de nuevo en la cama y cierras el ojo otra vez. Una parte de ti, digamos la parte más animal, quiere seguir durmiendo. La otra, la más humana, sabe que debes levantarte e ir a trabajar. Puede que te quedes cinco minutos dormitando, pero al final te levantas, bostezas y comienzas la jornada.

La humanidad ha evolucionado, y evoluciona. En un momento dado, en Europa, la mayoría era campesina, pobre e ignorante; la minoría, una clase noble rica y culta. Eso fue evolucionando, apareció la burguesía; revolución industrial, revolución francesa, democracias, repúblicas, etc. Como en todas las evoluciones de la Naturaleza, una tendencia general con puntuales involuciones, pero netamente se evoluciona hacia algo que podríamos aproximadamente definir como mayor consciencia global, mayor calidad de vida y posibilidad de libertad para la mayoría, al menos en estos países europeos y americanos. Insisto: el movimiento no es lineal, exacto ni limpio, pero existe netamente, de una forma clara.

Mayor nivel de consciencia: mayor "darse cuenta", mayor "ver". Globalización de por medio (económica, de transporte, de acceso a la información), significa que nos hemos ido dando cuenta del total, del mundo en que vivimos. De las diferentes sociedades, sus relaciones e interconexiones; y de las condiciones de vida de la gente en todo el mundo. Y de algo más: de nuestra implicación en el estado del mundo. Nos damos cuenta de cómo nuestro país influye en el total de la ecología, de la economía y de  la calidad de vida de otros países; y nos damos cuenta también de cómo influimos nosotros mismos directamente en ello, especialmente al comprar tal o cual producto, procedente de aquí o de allá, fabricado según unas u otras leyes (respecto a la ecología, respecto a las condiciones de los trabajadores, etc).

Esto ha sido un proceso neto histórico, y reciente: hemos abierto un ojo lleno de sueño. ¿Y qué hemos hecho? Cerrarlo de nuevo. Intentar volver a dormir. Cientos de excusas, eternos círculos argumentales sin peso alguno para seguir como estamos. Responsabilidades a los gobernantes porque permiten que yo pueda comprar lo que compro (por ejemplo, calzado manufacturado por niños), que si ley de la oferta y la demanda, etc. Pero somos libres, o al menos podemos serlo.

Ahora ya sabemos que ha sonado el despertador. Sabemos lo que se hace en el mundo cuando se pone el beneficio económico como objetivo prioritario, sabemos lo que apoyamos comprando ciertos alimentos, ciertas marcas de ropa o de madera; y sabemos lo que podemos apoyar comprando otros alimentos, otras marcas de ropa o de madera. Nuestra parte más animal quiere seguir durmiendo, pero tenemos otra parte más humana que late y quiere despertar. O eso espero.

Para seguir como estamos, por ese miedo que subyace a nuestro modo de vida, y que se refleja en una tremenda resistencia al cambio, a coger la responsabilidad en nuestras manos; para seguir sin cambiar, digo, hemos dado un pequeño volantazo, y hemos instaurado en nuestra sociedad una forma de pensar tremendamente superficial, unas formas de pensar y de actuar tremendamente hipócritas, y hemos desarrollado a juego con todo esto unas tremendas herramientas de evasión diaria para las personas.

Esperemos que estén siendo los cinco minutos dormitando que necesitamos antes de despertar, desperezarnos y comenzar la jornada de una vez. O llegaremos tarde.