miércoles, 15 de enero de 2014

Lievegoed, el siglo XXI y la libertad

El otro día me topé con un interesante atrículo que está extendiéndose mucho por las redes sociales. Merece la pena leerlo.

Opino que es un acertado diagnóstico de una de las caras del problema al que hoy nos enfrentamos. Pero el problema en sí se centra en el dilema entre vivir desde lo reactivo, subconsciente y menos humano o fortelecer y desarrollar la parte más elevada del ser humano, la supraconsciente, su núcleo espiritual. Quizá al autor del artículo, como a otros que lo suscriben, le disgustaría leer términos del tipo "núcleo espiritual", o Yo Superior. Pero leamos dos parrafitos de las conclusiones del propio artículo:

"Para emprender una transformación profunda de nuestro mundo, para iniciar una auténtica Revolución que lo cambie todo y nos lleve a una realidad mejor, deberemos descender hasta las profundidades de nuestra psique, hasta la sala de máquinas, donde estan en marcha todos los mecanismos que determinan nuestras acciones y movimientos."

"Porque nuestra mente está programada por el Sistema.  Y por lo tanto, para cambiar ese Sistema que nos aprisiona, antes debemos desinstalarlo de nuestra mente."

¿A quién se refiere, con quién habla? No se dirije a nuestra mente, eso es seguro: ella, nuestra "sala de máquinas", está programada por el sistema y no lo entendería. No podría reaccionar. Un muy buen análisis de esta cuestión está desarrollado en esa joya que es "De la normalidad a la salud" de Georg Kühlewind. Está claro: la clave está en vivir como los capitanes del barco, y eso es incompatible con repetir lo conocido, con la pasividad, con ser llevados por las reacciones y los instintos.

Un día después de leer el artículo, leyendo unas conferencias pronunciadas por Bernard Lievegoed en 1967, recogidas en "Hacia el siglo XXI" (de IAO Arte Editorial), me topé con una previsión muy esclarecedora. Antes de copiarla, conviene aclarar que Lievegoed fue antropósofo, y desde la antroposofía se entienden "los vaivenes de la vida" como impulsados por una corriente que tiende a inflamar, a la grandilocuencia y la megalomanía, a vernos como Dioses; y otra contraria que tiende a la cristalización, a la materia fría y vacía, a sustituir los eventos y los seres individuales y verdaderos por moldes (personas como copias en cadena en vez de individuos únicos). En medio está el Ser Humano, que participa de esos dos mundos pero ha de equilibrarlos con su esfuerzo y con la ayuda de las fuerzas benévolas (con Cristo a la cabeza). Esas fuerzas extremas se ven en antroposofía como seres espirituales que actúan e influyen en el alma de los seres humanos para su perdición. El correspondiente a la inflamación es llamado Lucifer, el capitán de las fuerzas de cristalización, Ahriman. Espero que esta terminología no embarulle el mensaje que copio debajo, ni impida ver su relación con el artículo de arriba.

"Ahriman tratará de eliminar la libertad de la voluntad concedida por los dioses después del año 1500. Ahriman se está preparando. Trata de eliminar la libre voluntad y lo hace por diferentes vías muy inteligentes. Lo hace a través del procesamiento de datos, como ahora decimos, trabajando con la mecanización de la información, mediante operaciones de cálculo y cosas por el estilo.

Lo que está haciendo es tratar de recolectar información para después establecer un atajo desde la información a la decisión. Quiere decirnos que, cuando ésta y ésta es la información, sólo se puede hacer esto y esto; todas las demás opciones son erróneas.

Pero llegar a una decisión verdadera significa que debemos tener la capacidad de la Imaginación también para nosotros mismos. Nosotros tenemos que tener la información, lo que significa que somos nosotros los que creamos la imagen acerca de la cuestión tratada. Entonces tenemos que desarrollar la consideración o el buen juicio, que es la fuerza de la Inspiración. Sólo entonces debemos llegar a la decisión, ya en parte Intuición. Es en el paso intermedio del buen juicio, de la ponderación, en el que el ser humano puede ser creativo.

Creatividad significa que todo lo que nos ha llegado como información, como datos, como hechos, debe ser interpretado y considerado de nuevo por nuestras fuerzas más profundas. Tenemos que tomar las decisiones desde la condiciones dadas en ese momento. Será sólo entonces cuando nuestro juicio tendrá la fuerza suficiente para resistir a Ahriman: cuando venga de la Inspiración, del espíritu. Desde el espíritu significa para nosotros desde las fuerzas del Cristo etérico, quien nos dirige palabras de consuelo en las profundidades de nuestras almas. Sólo ahora puede esa Intuición alcanzar la voluntad para el actuar. Cuando ocurra, sabremos qué hacer en el campo de lo social en el cual trabajamos y vivimos."

Esto fue pronunciado en 1967. Hoy, me encuentro con esta noticia y ya no me extraña.

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