Cuando era un niño me ponía muy contento cuando mis padres compraban un nuevo electrodoméstico (televisión, frigorífico, etc.): tenía a mi disposición (compartida con mi hermano) una enorme caja de cartón vacía, en la que cabía entero, o casi. Los días que duraba sin romperse (pocos, por desgracia) eran una epopeya gigantesca, donde la caja era mil cosas (cien tipos de barco, cien tipos de castillo, cien tipos de vehículo, cien naves espaciales...). Bendita imaginación. Cuando uno es niño, la imaginación y la fantasía parecen indivisibles, a mi parecer. Cuando uno crece, se van diferenciando.
Estos días estoy disfrutando de forma parecida a la descrita con el libro de Patrick Harpur 'El fuego secreto de los filósofos', editorial Atalanta (claro). Es una historia de la imaginación, y está diferenciada aquí de la mera fantasía. Para entender la diferencia, disfrutar como un enano en una caja grande, y para muchas cosas más, mejor leerlo. Como casi siempre, no es que suscriba todo lo que dice ahí, porque discrepancias hay, pero... en serio, qué más da.
Estaba yo pensando si comprarme su anterior obra 'Realiad daimónica', también en Atalanta; cuando veo que esta misma preciosista editorial ha publicado un nuevo libro suyo: 'La tradición oculta del alma'. Así que ya no sé si leer el anterior o el siguiente al que tengo, que ya estoy acabando. ¿Al pasado o al futuro? Qué curioso, como pensaría quien lo haya leído.
Me encanta su reivindicación de los Románticos, cómo sabe presentarlos con toda dignidad y sin distorsionar el trasfondo base que compartían.
martes, 23 de abril de 2013
jueves, 11 de abril de 2013
Ser libre
¿Y si ser libre significa, simple y llanamente, darse cuenta sin asomo de duda de lo que el instante presente reclama; descorrer el velo de lo que nos determina y condiciona y observar aquí y ahora, plenamente, qué es lo que se necesita que yo haga?
lunes, 8 de abril de 2013
Escuchar a las personas como a una obra de arte
Me gustaría dedicarle una entrada completa y algo más detallada a Bernard Lievegoed. Como los tiempos que corren (por mi vida, y creo que por la de mucha más gente) son bastante ajetreados, dudo poder sentarme un par de horas a recopilar información y redactar algo decente que pueda dar una imagen decente de tal personalidad. Así que me conformo por hoy con recomendar indagar en él, a través de sus libros. Por ejemplo, con las dos maravillas de la pequeña pero suculenta editorial IAO.
“Quizá podemos dejar a un lado los enfrentamientos egoístas, viviendo con nuestra alma como si fuese un oído orientado al mundo, escuchando a las personas como escuchamos una obra de arte, como escuchamos una sinfonía o una pieza de Bach, para que aquello que se esconde tras las personas sea revelado. Y podemos tratar de dar algunas respuestas desde nuestra compasión y nuestra simpatía para con la humanidad.” .- Bernard Lievegoed.
“Quizá podemos dejar a un lado los enfrentamientos egoístas, viviendo con nuestra alma como si fuese un oído orientado al mundo, escuchando a las personas como escuchamos una obra de arte, como escuchamos una sinfonía o una pieza de Bach, para que aquello que se esconde tras las personas sea revelado. Y podemos tratar de dar algunas respuestas desde nuestra compasión y nuestra simpatía para con la humanidad.” .- Bernard Lievegoed.
martes, 2 de abril de 2013
La profunda poesía naif de Penguin Cafe Orchestra
¿Qué es Penguin Cafe Orchestra? Me quedo un poco en blanco, no sé qué decir. Si uno nada un poquito por internet puede ir encontrando algunas respuestas. Como no sé demasiado de la banda (por así llamarla), ni siquiera he escuchado todos sus discos, recurriré a algunos enlaces a modo de documentación. Pero antes, para orientarnos en dos brochazos: Penguin Cafe Orchestra fue un proyecto musical fundado por el fascinante y algo misterioso Simon Jeffes. Él mismo dio la mejor definición que conozco de dicho proyecto:
"Un enorme SÍ a la supervivencia del corazón en momentos en los que éste se encuentra bajo el ataque de las fuerzas de la frialdad, la oscuridad y la represión." - Simon Jeffes.
Por documentar rápido, la cita está sacada de esta preciosa entrada sobre Penguin Cafe Orchestra. La Wikipedia española dice poquito, y la versión en inglés se extiende más. En los dos casos, creo que es un gran acierto relacionar su música con la de Philip Glass, como posible tercer brochazo de orientación. Buenas reseñas de sus discos se pueden encontrar por aquí.
Personalmente, me los descubrió Ramón Trecet en sus Diálogos 3 (Radio 3). Un programa que marcó mucho (ejemplo 1 y ejemplo 2), pero ese es otro tema.
Y me he quedado sin mucho que decir respecto a Penguin Cafe Orchestra. Es que son tal y como Simon Jeffes los definió, no hay mucho más que decir. Me conformaré con los tres brochazos que he dado (ya que ellos eran minimalistas en la música, lo soy yo en su explicación): un grupo de músicos, la definición de Jeffes de más arriba y la conexión con Philip Glass. Quizá ayude desarrolar un poco esto último de Glass: música minimalista. O sea, que los Penguin pueden parecer bonitos y con música naif, algo pegadiza; pero es porque lo más importante no se ve a la primera: sus canciones no son cuadros, son ventanas. Cuando una canción es un cuadro se ve lo que hay pintado-compuesto, cuando una canción es una ventana, lo que hay compuesto sólo sirve para llevarte a ver lo que hay detrás, más allá. Música minimalista.
Sorprende la belleza de las composiciones, su variedad (me he sorprendido descubriendo cuánto de variados son sus temas, tras muchas escuchas) y su calidad. Un buen ejemplo es su Broadcasting From Home. Por cierto, parece que de alguna forma han vuelto con el hijo de Simon.
Feliz escucha.
"Un enorme SÍ a la supervivencia del corazón en momentos en los que éste se encuentra bajo el ataque de las fuerzas de la frialdad, la oscuridad y la represión." - Simon Jeffes.
Por documentar rápido, la cita está sacada de esta preciosa entrada sobre Penguin Cafe Orchestra. La Wikipedia española dice poquito, y la versión en inglés se extiende más. En los dos casos, creo que es un gran acierto relacionar su música con la de Philip Glass, como posible tercer brochazo de orientación. Buenas reseñas de sus discos se pueden encontrar por aquí.
Personalmente, me los descubrió Ramón Trecet en sus Diálogos 3 (Radio 3). Un programa que marcó mucho (ejemplo 1 y ejemplo 2), pero ese es otro tema.
Y me he quedado sin mucho que decir respecto a Penguin Cafe Orchestra. Es que son tal y como Simon Jeffes los definió, no hay mucho más que decir. Me conformaré con los tres brochazos que he dado (ya que ellos eran minimalistas en la música, lo soy yo en su explicación): un grupo de músicos, la definición de Jeffes de más arriba y la conexión con Philip Glass. Quizá ayude desarrolar un poco esto último de Glass: música minimalista. O sea, que los Penguin pueden parecer bonitos y con música naif, algo pegadiza; pero es porque lo más importante no se ve a la primera: sus canciones no son cuadros, son ventanas. Cuando una canción es un cuadro se ve lo que hay pintado-compuesto, cuando una canción es una ventana, lo que hay compuesto sólo sirve para llevarte a ver lo que hay detrás, más allá. Música minimalista.
Sorprende la belleza de las composiciones, su variedad (me he sorprendido descubriendo cuánto de variados son sus temas, tras muchas escuchas) y su calidad. Un buen ejemplo es su Broadcasting From Home. Por cierto, parece que de alguna forma han vuelto con el hijo de Simon.
Feliz escucha.
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